jueves, 25 de julio de 2013

Latón

A veces me pregunto
cuántos sentimientos escondidos 
en almas de arrogante latón
guardan los secretos 
de una noche sin estrellas
y crecen en forma de navaja
en cuyo filo caminamos
arañando en equilibrios
la cara interna del latón.

Y así, les ponemos cuotas
a nuestros abrazos
hipotecamos nuestra humanidad
nos convertimos en banqueros,
aseguramos nuestra absurda
fachada de frialdad.

Cuando la mejor moneda de cambio
es un beso,
un cheque extendido
por valor de un te quiero.
Con lo fácil que es amar con piel de flor
y sentir a flor de piel.
Con lo fácil que es dejar de caminar
por el  filo de una navaja
y pasar a caminar
por el filo de la Luna.

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