sábado, 30 de noviembre de 2013

30/11

Algunas noches se me hacen eternas
cuando mi fantasma se pone en la ventana
me tapa el amanecer
y pierdo la noción de la vida.

Entonces se me congela el pecho,
me arden las mejillas
y entre la rabia y la humedad
respiro con los pulmones llenos de cristales.
Mi fantasma se hace grande y yo pequeña
el día no tiene principio y la pena no tiene fin
quiero que me arranquen el corazón a mordiscos
y encontrar una droga que anestesie el alma.

Cuando pierdo el rumbo sin elegirlo
quiero gritarle al mundo
que quién es el valiente ahora,
ahora que estoy rota por dentro.

miércoles, 30 de octubre de 2013

29/10

A veces vivo de mis sueños,
y sueño libertad, mentes, gemidos,
se me olvidan las alas en casa
porque es sencillo volar dormido.

Se me olvida respirar, 
se me olvida decidir.
Se me olvida que la vida
se puede olvidar de mí.

Así que para despertarme
cierro los ojos y abro el corazón
me hago una capa de viento
y en cada beso guardo una flor.

Pero que nadie me quite
los pájaros de la cabeza,
porque ellos son mis sueños

y por ellos, mi fiereza.

sábado, 21 de septiembre de 2013

12/3/2013

No recuerdo muy bien las circunstancias en las que escribí esto, aunque la fecha (por suerte) estaba apuntada debajo. Abriendo un cuaderno olvidado, me lo he encontrado como un regalo y he decidido que nunca es tarde. 


Noches vacías
frías, oscuras, absurdas.
En las que el sueño ausente
se hace de rogar
y la mente nublada
busca fantasmas en las sombras.
Bocas que se abren
sedientas, desdentadas.
Corazones palpitantes y calientes,
sombras disfrazadas
de rostros desfigurados.
Y, a los primeros haces
de luz matutina
grisácea, moteada
se encoje el cuerpo
tentáculos asfixiantes
lo agarran por detrás
como dedos fríos
que su alma congelan
en una angustia espectral
recorriendo sus venas
y sus nervios, sin avanzar.
Una parálisis,
un terror mudo
que a veces escapa
en un llanto histérico
hijo del miedo
que ataca sin avisar.

jueves, 25 de julio de 2013

Latón

A veces me pregunto
cuántos sentimientos escondidos 
en almas de arrogante latón
guardan los secretos 
de una noche sin estrellas
y crecen en forma de navaja
en cuyo filo caminamos
arañando en equilibrios
la cara interna del latón.

Y así, les ponemos cuotas
a nuestros abrazos
hipotecamos nuestra humanidad
nos convertimos en banqueros,
aseguramos nuestra absurda
fachada de frialdad.

Cuando la mejor moneda de cambio
es un beso,
un cheque extendido
por valor de un te quiero.
Con lo fácil que es amar con piel de flor
y sentir a flor de piel.
Con lo fácil que es dejar de caminar
por el  filo de una navaja
y pasar a caminar
por el filo de la Luna.

miércoles, 10 de abril de 2013

Cuerdas

Empezamos enredando
palabras con pentagramas
invisibles.
Y después a unos cuantos
amantes del atardecer
se nos enrolló la hierba en los pies.
Más tarde solo quedamos
los adictos a la noche,
al whiskey y al teatro de la calle.
Pero algún beso borracho
puso celoso al sol
así que nos subimos las capuchas,
y aquí estamos, 
a la espera
de otra improvisación.

miércoles, 20 de marzo de 2013

Primavera II

Cada uno de sus brotes
todos sus tallos nuevos
sus semillas fecundas,
las caricias del mundo
que recorren sus caderas
en cada amanecer,
las lágrimas fértiles
que caen alegres
en el valle de sus senos;
todo,
me recuerda:
"Sueña, más lejos
de lo que te alcance la vista,
respira, en cada esquina
guardo una flor para ti;
vuela, en el cielo
no hay muros ni fronteras;
deja que tus sonrisas 
muevan girasoles
que la vida se desborde
de tus raíces y tus ramas;
no le pongas cadenas 
a tu alma, 
yo aún creo en la humanidad."
Gracias Primavera, por regresar
cada marzo
fiel a mis súplicas.

martes, 12 de marzo de 2013

12/03

Me asusta, aunque no debe
me inquieta, aunque no quiera
me sabe nerviosa.
Me acelera, me calienta
me enfría, me paraliza.
Como un tentáculo latente
me oprime el pecho
y luego me lo suelta.
Me inyecta adrenalina
y sale volando sin mí.
Luego vuelve y me recoge
me alza
me lanza
me siento caer
y, a medio segundo del suelo
quedarme suspendida.
Encerrada en un verso
escapándome en susurros
sombras de palabras que
como la marea
me vuelven a traer.
Deseo y miedo.
Un instante en la Luna
y otro en el Hades
Y el resto del tiempo, ¿dónde?
No existe, porque no importa.

lunes, 4 de marzo de 2013

Chronos.

Quise hablarle al tiempo
pero por mucho que gritase
fue como perseguir al viento,
que sus aullidos mi voz ahogasen
obligándome a tomar asiento.

Le pedí que se quedase parado
a la sombra de un susurro
un ratito a mi lado.
"Por mi naturaleza, me escurro",
creí oírle decir, amortiguado.

Cuando vio mis lágrimas caer
me acarició y me dijo:
"No llores la muerte de un amanecer
porque lo parió la noche, y su hijo
es un ocaso que está por nacer".

Mientras lo dejaba ir
rozó mi alma con mano tibia
y, cuando no puedo dormir
sólo el comprender me alivia
que para él, avanzar es vivir.

Pero cuando se despista
lo congelo en las miradas
lo espero al final de la autopista
me fumo sus besos en tres caladas
sin darle tiempo a que se vista.

A cambio, él aprovecha
cuando cierro los ojos para echar a correr
rompe los minutos, abre una brecha
y yo, a sabiendas de que no va a volver
abro el calendario y borro esa fecha.


4/03

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