Que a dónde pretendo llegar así, lo ignoro. Como también ignoro de dónde vengo, pero sé que lo hago cuando tú vas. Que, aunque no te lo creas, a mí también me lo hicieron, que no es hacer; es sólo ocurrir. Que unas veces se gana y otras se pierde, pero hay que saber hacer ambas cosas. Que te necesitará alguien, cuando menos te lo esperes, tras la esquina menos sospechosa, eso tenlo siempre en cuenta. Y que me hará feliz saber que te ha ocurrido algo así, porque jamás quise ser tu miedo, ni tu espada, y tampoco supe ser tu sol ni tus estrellas, qué más hubiese querido yo.
Pero gracias por aparecer en mi vida, aunque solo fuera un ratito, fue un ratito genial. Ojalá yo haya servido de algo en la tuya.