miércoles, 10 de abril de 2013

Cuerdas

Empezamos enredando
palabras con pentagramas
invisibles.
Y después a unos cuantos
amantes del atardecer
se nos enrolló la hierba en los pies.
Más tarde solo quedamos
los adictos a la noche,
al whiskey y al teatro de la calle.
Pero algún beso borracho
puso celoso al sol
así que nos subimos las capuchas,
y aquí estamos, 
a la espera
de otra improvisación.

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