lunes, 10 de diciembre de 2012

10/12

Suena el despertador
se levanta despacio, desacompasada.
Movimientos lentos y boca cerrada.
Pero hace mucho que la vida
abortó la misión de borrarle
la sonrisa de la cara.
Así que en cinco minutos
ya  tiene pintado el mundo
en gama de colores brutos.
Hace café y ya todo huele a ella
se mueve con ella
respira con ella.
Se le hace tarde, se tropieza
se viste rápido, rompe una media.
Da igual, no llego, piensa nerviosa.
Mira el reloj, me mira a mí.
Vuelve a mirar el reloj.
Se acerca y me regala un beso veloz.
O dos.
Sale corriendo y cierra con cuidado
pero ya no importa;
sus labios me han despertado.
Así que guardaré como un tesoro
su sabor cálido de invierno.
Y taparé rápido la cama
para guardar su fantasma bajo el edredón
que no se escape
hasta que vuelva.
Esquivaré las horas mientras tanto.
Y de repente,
el sonido de llaves, sus pisadas fuertes.
Su eterna sonrisa y sus ojos profundos
inmensos
que ven a los míos desnudarla.
Dibuja sus líneas delante de mí
Y se mete conmigo en la cama.

jueves, 1 de noviembre de 2012

1/11

Quiero encontrarte
entre tus ruinas
necesito mirarte
y hacer de los escombros minas.
Ahora solo hay un quizás
porque el resto me da igual,
puede que ya no mires atrás
pero sabes que no te quise mal.
Y que siempre irá contigo
esa parte de mí que es tuya
que se arropa en tu abrigo
calentita, se acuna y se arrulla.
Porque mis recuerdos te pertenecen
aunque ahora solo pueda ver,
callada, cómo tus alas crecen
decidas o no volver.
Y si no estoy donde me dejaste
es porque lloré al entender
que tú por fin volaste
y que debía levantarme después de caer.

domingo, 21 de octubre de 2012

Solo el respirar

Bulle actividad
hormiguea la corteza
a cuarenta km de altura
mientras el tiempo se para.
Todo es comprendido,
aunque nada tenga sentido
de repente, el cielo se cierra
sobre sí mismo, un infinito.
La vida, qué insignificante
solo el respirar, qué nimio.
El cuerpo se hace mundo
y el mundo no existe.
Atropellados, ellos, corren
para no perder ni un minuto
sin darse cuenta:
ya los perdieron todos
porque nunca se los dieron.
El todo por la parte.
Y, en un instante,
vuelve a la ¿realidad?
El genio inmortal, eterno,
etéreo, efímero,
ha muerto.
Recupera la normalidad,
su normalidad
el corazón a mil
y la cabeza a menos cien.

domingo, 2 de septiembre de 2012

27/08

Qué increíble. Si realmente esto es intencionado, si alguien en su sano juicio... No, qué digo, NADIE en su sano juicio puede ser capaz de hacer al monte desangrarse, de atentar contra la Naturaleza de esa manera. Tiene que estar, como mínimo, enfermo. Claro que, is hay alguien capaz de asesinar a sus propios hijos, a aquellos a quienes él mismo ha dado la vida, y después calcinar sus restos, ¿cómo no va a haberlo capaz de calcinar todo aquello que le ha dado la vida?
Ver cómo el fuego arrasa, impasible, con todo aquello que nos permite el simple hecho de respirar, nuestra propia idiosincrasia, nuestro principio y nuestro fin... Cada ser vivo está vinculado a los demás, y el hombre (el animal ¿'evolucionado'?) es el único capaz de acabar con todo ello por razones tales como la diversión o el dinero. Y no nos cuestionemos las razones de un filicida, porque entonces ya entro en una especie de espiral de odio, frustración e incomprensión que mi cabeza no soporta. Si la vida ade un planeta es limitada, nosotros abocamos a la Tierra al suicidio. Y nos lo va a devolver.
Cada vez me da más asco la raza humana. 

lunes, 27 de agosto de 2012

Frustraciones varias.



Qué increíble. Si realmente esto es intencionado, si alguien en su sano juicio... No, qué digo, NADIE en su sano juicio puede ser capaz de hacer al monte desangrarse, de atentar contra la Naturaleza de esa manera. Tiene que estar, como mínimo, enfermo. Claro que, si hay alguien capaz de asesinar a sus propios hijos, a aquellos a quienes él mismo ha dado la vida, y calcinar sus restos, ¿cómo no va a haberlo capaz de calcinar todo aquello que le ha dado la vida? 

Ver cómo el fuego arrasa, impasible, con todo aquello que nos permite el simple hecho de respirar, nuestra propia idiosincrasia, nuestro origen y nuestro fin... Cada ser vivo está vinculado a los demás, y el hombre (el animal ¿'evolucionado'?) es el único capaz de acabar con todo ello por razones tales como la diversión o el dinero. Y no nos cuestionemos las razones de un filicida, porque entonces ya entro en una especie de espiral de odio, frustración e incomprensión que mi cabeza no soporta. Si la vida de un planeta es limitada, nosotros abocamos a la Tierra al suicidio. Y nos lo va a devolver. 
Cada vez me da más asco la raza humana.

jueves, 23 de agosto de 2012


Te preguntarás qué narices hago aquí, si será posible que haya vuelto. Pues verás, tengo la cabeza más dura que el acero, y hasta que el resultado no me gusta no me creo que sea cierto. Así que empújame cuantas veces quieras que, por mucho que me cueste, estaré aquí de nuevo para darte jaquecas. Porque no me creo la condición humana que me quieres vender, que parece que un cigarro consumido en la 
soledad de un cenicero abarrotado es el paradigma del bohemio que todos llevamos dentro, condenado a pasar las tardes de lluvia y las noches sin dormir sin más compañía que su propia nostalgia, cuando en realidad el cigarro se consume porque ha sido encendido con un mechero y el insomnio lo provoca el calor humano compartido entre las sábanas. Así que no me vengas con sandeces, que yo no me trago cualquier mierda, ni con romanticismo barato de abrefácil (que todos sabemos que ese invento es una una falacia), que el amor no es una lata de conserva y cada cual se destapa de una manera, sin manual de instrucciones pero con muchos trucos, y no está justificado que te sobren tres tornillos: si los españoles no entienden a los suecos, tendrán que aprender esperanto. A mí no me lo cuentes.
Hala, y ahora prepárate otra distinta, don Destino.

jueves, 16 de agosto de 2012

15/08

El sueño se ha deslizado entre mis sábanas
pero en vez de hacia dentro, hacia fuera,
dejándolas muy frías y demasiado calientes,
como un amante insatisfecho.
Se ha ido a recorrer las barras del verano
y entre copas me tiene en vilo.
Y aquí le espero, sobre mi ventana,
mientras los fantasmas vienen a colgar
sus recuerdos deshilachados
que me susurran en la cara como telarañas rotas.

14/08

Esta primavera
condenada al otoño
cuyas hojas marchitas
se obliga a ver caer.
Otoño anclado
en las dos de la mañana
disfrazado de verano
podrido de esperanza.
Otoño seco
de tinta disecada
de horas muertas
de posos de vino
en copas rotas.
A veces mira hacia atrás,
que delante no hay nada que ver,
y se congela en algún bar
se despide a besos en algún portal.

lunes, 6 de agosto de 2012

Roto

Buscando no sé muy bien el qué, encontré un regalo en forma de recuerdo:

Y  aquí estoy,
muriéndome de nostalgia
de un mañana no empezado
mientras pasan las horas
y me sorprende la madrugada
de un Madrid sin brisa,
con prisa;
mientras arde todo alrededor
y yo me congelo por dentro,
soñando más que viviendo
para despertar entre lágrimas
de un futuro sin pasado
echando de menos
lo que nunca habría esperado.

lunes, 21 de mayo de 2012

Despedidas


Que a dónde pretendo llegar así, lo ignoro. Como también ignoro de dónde vengo, pero sé que lo hago cuando tú vas. Que, aunque no te lo creas, a mí también me lo hicieron, que no es hacer; es sólo ocurrir. Que unas veces se gana y otras se pierde, pero hay que saber hacer ambas cosas. Que te necesitará alguien, cuando menos te lo esperes, tras la esquina menos sospechosa, eso tenlo siempre en cuenta. Y que me hará feliz saber que te ha ocurrido algo así, porque jamás quise ser tu miedo, ni tu espada, y tampoco supe ser tu sol ni tus estrellas, qué más hubiese querido yo.
Pero gracias por aparecer en mi vida, aunque solo fuera un ratito, fue un ratito genial. Ojalá yo haya servido de algo en la tuya.

lunes, 7 de mayo de 2012

En formato .rar

Es sólo una participación a un certamen de relatos breves (de 99 palabras como máximo, para concretar lo de 'breves'), convocado por una conocida compañía de trenes... Y me pareció un reto estupendo comprimir en ese espacio una historia.
Así que nada, ahí van mis 99 vocablos en forma de pequecuento:

El hombre del cristal.


-Buenas noches-me saludó un canoso caballero desde el cristal.
-Buenas noches-contesté, educado.
-Todas mis arrugas tienen una historia...-comenzó él. Temiéndome una verborrea, entrecerré los ojos. El traqueteo del tren mecía mi oscilante dentadura-... Y creo que es hora de morirse.
Carraspeó. Desperté.
-Interesantísimo. Pero nunca es hora de morirse.
-Estás hablando con tu reflejo-replicó irónico. 
Su mirada se velaba con la lluvia.
-Lo sé.
-¿No crees que estás loco?
-No.
-¿Por qué?
-Porque si lo estuviese, mi reflejo me contestaría- sonreí, triunfante.
Entonces, sucumbí al sueño más profundo de mi vida.

domingo, 15 de abril de 2012

Benasque.

Y le bailo un tango
a las montañas
que me devuelven la mirada
con ojos rocosos,
con fría fiereza
y osada magnitud.
Observando desde arriba
mi movimiento nostálgico
en una danza de comunión
cuando el verde es mío
y yo soy verde
y me tumbo
y respiro
y la huelo
y me huele
y me arropa 
y me ama
y en un ente nos envolvemos
como dos gotas de rocío
que, tras su descenso,
se encuentran en el seno terroso.
Como en el fragor de la batalla
se enredan dos caballeros
pero sin yelmo y sin espada.
Desnuda a su boca
tibia a sus oídos.

martes, 27 de marzo de 2012

Traveling. 27/03/2012

Caos. Si hay una palabra, cuatro letras, que puedan definir Roma, son éstas. Es la vorágine, el barullo, la locura, la auténtica locura de una capital. Un ritmo desenfrenado que envuelve al visitante y lo arrastra con él en un irremediable torbellino de piedras, palomas, ambulancias y malas hierbas. Pero es también, por debajo, esa parsimonia, la pachorra a la española, la de la costa salada de pinos y aceite de oliva, esa misma que lo deja todo para el último momento y da como resultado el desorden de sus calles. Las prisas. El no dejes para hoy lo que puedas hacer mañana.
En un sol mediterráneo crece el Arte por doquier. En cualquier esquina un fantasma del pasado, un vestigio renacentista,  reminiscencias de maestros asoman, como queriendo recordar que sus anhelos allí han estado, y continúan en forma de adoquines para todo el que quiera pisarlos.
Roma enamora y está continuamente enamorada, su enredo, como el de unos spaghetti preparados (para variar) cinco minutos antes, conquista el corazón más al dente que pueda pasar por allí.

martes, 20 de marzo de 2012

Primavera.

Un suave y lento beso
tierno como el primero
húmedo, tímido, fresco,
en un llanto ligero
de lágrimas perladas; 
el rocío mañanero.

Y nace despacio, inocente
verde y pequeña
realizando, paciente
lo que Perséfone sueña:
brotan semillas fecundadas
en la tierra que es su dueña.

Se tiñe ahora de color
el paisaje del invierno
lo baña un tibio calor.
Que, si alguna vez pareció eterno
ahora huye el frío en riadas;
no necesita ningún siervo.

Y va invadiendo la ladera
en una orgía de fragancias
de un marzo cualquiera
con su sutil elegancia
una alegre Primavera.

domingo, 18 de marzo de 2012

18/03

Y, aunque encerrada aquí,
encerrada con gusto
que las calles contigo
son más amenas
menos frías
más a tu abrigo.
Ya subiré a otros tejados
ya velaré otros sueños
por ahora no tengo prisa
y casi mejor si me pierdo.
Que las noches en vela
me traicionan las estrellas
pero siempre renace el día
y lo que olvidé me lo recuerda
quitándome el miedo
barnizando la madera.

lunes, 5 de marzo de 2012

6/03

 Marcados
 en colillas en el suelo
 labios fugaces
 que buscan consuelo
 como aves rapaces
 en restos usados
 de amores desgastados
 de tanta pasión
 de prematuro y ansioso
 frenesí de cartón,
 derretido por la lluvia
 el tiempo canoso
 y la realidad.

5/03

Indiferencia helada
tras una pátina de madurez
inmerecida en la mirada
crecimiento casi soez
de un latigazo, una estocada.

Desgarrado corazón
por un cambio inesperado
en latidos sin razón
a ritmo desesperado
acompasados por el latón

del metálico tañido
guiado por unas manos
que lo llevan sin sentido
como cuerdas sin pianos
en un castillo derruido.

Y vuelve a brotar sangre
después de un gran letargo
extendiéndose como el hambre
en un ayuno muy largo
dejando venas de alambre.

Pero sanarán las heridas
a golpes de amor y de suerte
habrá más salidas;
dejará de vivir la fuente,
las mañanas serán bienvenidas.

lunes, 20 de febrero de 2012

Cuaderno de viajes. 20/02/2012

Lisboa es una ciudad simpática. Al menos, a mí me ha caído así. En una paradoja geográfica, tiene más de mediterránea que otras muchas a las que sí les corresponde el gentilicio.
A pesar de lo clasista de edades que es, entre las miradas de hospitalidad de los jóvenes hacia sus congéneres genealógicos y las de hostilidad de los mayores hacia los pequeños, su camaradería y su afición por lo irónico configuran una ciudad desordenada a la que también se refieren algunos como la ciudad de la tolerancia.
Al dar la vuelta a una esquina puede uno encontrarse en la plaza con la mayor diversidad étnica de todas en las que se haya encontrado.
Al viajero desprevenido, le pillará por sorpresa el caótico encanto de la ordenación de sus adoquines, colocados caprichosamente, como dejados caer sin más miramientos por las escurridizas aceras, combinados con bloques directa y despiadadamente levantadas. Un lugar extenso, llano y amplio se convertirá abruptamene en una cuesta con una inclinación que desafía las leyes de la física. En pleno cruce de avenidas, un pavo real o, en su defecto, todo un corral de gallos, mirarán al transeúnte refugiados en su porción de césped. Y con esos guiños de azar y antojos, Lisboa se abre en una calurosa pero imponente bienvenida a todo aquel que quiera acercársele, mejor, como en la mayoría de los casos (sin caer en la absoluta totalidad), en compañía de otros pies.

lunes, 13 de febrero de 2012

13/02/2012

Un remolino de sensaciones,
ese sentir todo a la vez,
un arrebato de pasiones
como hecho al agua el pez.
Sincronía de sensaciones.

Hacerse uno dos latidos
como cantan en el viento
cada uno de sus silbidos,
electrificando al mismo tiempo
cada órgano, todos los sentidos.

Una explosión entre el pecho
y el estómago y la sinceridad
que no encuentra ningún techo
llenándolo todo de vacuidad.

Sólida ingravidez,
silencio escandaloso
inmensa unión en la estrechez
de un vínculo armonioso.

Un calor exhalado
un bramido sin callar
el suspiro robado
que consiste en amar.

miércoles, 8 de febrero de 2012

8/02/2012

Madrid tiene su encanto
particular, distinto
siempre en medio
pero escondido.
Madrid tiene su sitio
y deja sitio
a enamorados, a desengañados
y a indiferentes,
pero no deja indiferente.
Madrid engancha e intoxica
intimida 
y desinhibe.
Madrid te invita a una copa
y te roba una caña,
deja sabor a resaca
y a callos.
Madrid levanta indignados
y alberga verdugos,
mientras unos gritan
y otros quitan,
y la verdad la hacen de humo.
Madrid confunde
entre sus calles, la dulzura
y la amargura de saber
que no hay otro Madrid.

martes, 7 de febrero de 2012

7/02/2012

Neruda miraba a lo lejos
los astros azules titilando
los mismos que me devuelven sus reflejos
sonrientes, brillantes, como esperando.

Y yo, bajo su mirada penetrante
moldeo a mi amante de barro
que a veces se me amolda, vibrante,
y a veces se me escapa entre las manos.

Dirige esas armas refulgentes
que convertí el cielo en sus ojos
hacia los míos, ya menos valientes
mientras ven cerrarse sus cerrojos.

Siempre fiel, no siempre alcanzable,
cercana, furtiva, inocente y culpable,
que me halla, y no deja que la halle
que se calla y no deja que me calle.

Pero son tan llenas de amor
tan ardientes de pasión, de calor,
las noches de lecho compartido
que merece la pena el desazón vivido.



domingo, 29 de enero de 2012

Viajando. 24/1/2012

Venecia tiene una magia perlada aun cuando la da el sol.
Ni abraza ni empuja, simplemente deja pasar. Extiende sus calles y sus puentes al veneciano y, si el visitante tiene la suerte de pasar por allí en ese momento, entonces bien por él. 
Sus venas acuáticas alimentan la vida que por ella corre, portadoras de secretos confesados en las noches, que solo abrirán su alma a aquel que quiera escuchar el rumor de sus fondos.
Retazos de conversaciones se cruzan aleatoriamente en un trajín que desaparece cuando desaparecen los souvenirs, al tiempo que las cámaras y los mapas, para dejarle sitio a rincones de paredes desconchadas, ventanas a medio abrir y grietas de ladrillo espectantes en alguna esquina olvidada que no olvida al mundo. Porque a veces perderse es encontrarse.
Se adivinan sombras veladas en el horizonte que, sorprendentemente, se abren en un estrepitoso segundo a una monumental iglesia o a un prepotente palacio. Pero todo ello contenido en esa elegancia italiana que embelesa de solo respirarla.
Y el sonido... El sonido alterna olas, motores, gaviotas, y silencio; un silencio que humedece los huesos y envejece la madera, pero también nutre el espíritu y desarrolla los pensamientos.
Sin embargo, todo esto no tiene sentido si se acaba caminando solo por las calles que pretendían sucederse en compañía, y es que dos pies nunca serán lo mismo que cuatro.

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